El desguace de Red Bull: adiós de Newey y Horner y riesgo de perder a Verstappen
Ganar por sistema termina siendo un problema en la Fórmula 1. El éxito divide y genera fantasmas envueltos en luchas internas. Red Bull es el ejemplo. Escudería campeona, gigante que ha construido un imperio en la F1, se encuentra ahora en periodo de descomposición. El despido de Chris Horner (51 años) como director del equipo así lo decreta. Era el 'team manager' más longevo de la F1 con mucha diferencia sobre el resto, 20 años, desde los primeros pasos de Red Bull como escudería cenicienta.Horner deja un legado impresionante, ocho títulos de pilotos (cuatro de Vettel y cuatro de Verstappen ) y seis de constructores. Y por encima de eso, un equipo gigante construido desde la nada, del entusiasmo de un mecenas, Dietrich Mateschitz, que se hizo multimillonario vendiendo la famosa energética en las noches del planeta.Pero a Red Bull lo han devorado las ambiciones, los egos. La posición de Horner se había debilitado desde el mes de febrero del año pasado, cuando fue acusado de acoso sexual y comportamiento controlador respecto a una trabajadora de la factoría de Milton Keynes .Acoso sexualHorner, casado con la exSpice Girl Geri Halliwell, fue absuelto en dos ocasiones: después de una investigación interna realizada por el equipo y más tarde, por otro abogado que desestimó la apelación de la demandante.Pero ya había una sombra de corrupción sobre el mandamás de Red Bull, quien había entrado en guerra dialéctica hacía poco con el padre de Verstappen, el expiloto de F1 Jos Verstappen. « El equipo se hundirá si Horner sigue en el cargo«, dijo públicamente.Había dos bandos y muchas dudas en Red Bull. De un lado, papá Verstappen y el asesor Helmut Marko, hombre fuerte de la escudería; y de otro, Chris Horner y el máximo accionista de la empresa Red Bull, el tailandés Chalerm Yoovidhya, socio fundador con Mateschitz.Dimisión de NeweyEn ese pulso, el campeón Max Verstappen se decantó por el bando de su padre. Dijo que si Helmut Marko salía de Red Bull, él también se iría. Al final el que se marchó fue la antigua mano derecha de Horner, el ingeniero estrella de la Fórmula 1 Adrian Newey , cansado de las peleas domésticas en la escudería.Newey dimitó en abril del año pasado y encaminó sus pasos hacia su actual ocupación en Aston Martin. También salieron otros ingenieros menos conocidos, Jonathan Weathley (director deportivo) o Rob Marshall (jefe de aerodinámica). La base del equipo campeón se resquebrajó. Verstappen, que se paseó sin oposición en 2023 (19 victorias), rebajó su producción de triunfos en 2024 (4 en 24 carreras) y también en 2025 (lleva dos). McLaren lleva la delantera, Verstappen es tercero en el campeonato, a 69 puntos del líder, Oscar Piastri, en el ecuador de la campaña.El segundo cocheUno de los focos de discordia en Red Bull ha sido el segundo coche. 'Checo' Pérez, que llegó a la escuadra en 2021, nunca pudo alcanzar las cotas de éxito de Verstappen. Logró cinco victorias en las tres primeras temporadas, pero su nivel decayó en 2024 (solo cuatro podios con un coche puntero). El piloto mexicano podía bajar su rendimiento, pero nunca su aportación económica a Red Bull. El apoyo de Carlos Slim y sus empresas suponían un manantial de euros para la estructura de Milton Keynes. Horner lo renovó dos años, hasta 2026, pero en diciembre de 2024 la presión y los malos resultados cambiaron el viento de signo. Checo fue despedido, según se especula en el paddock, con una indemnización de 18 millones de euros.Lo que ha venido después cuestiona el ojo clínico de Horner. Colocó a Liam Lawson en el segundo coche procedente del filial Racing Bulls (antiguo Toro Rosso). El neozelandés tuvo un arranque tembloroso y Horner dio otro volantazo: Lawson fue reemplazado por el japonés Tsunoda, que tampoco está dando la talla como compañero de Max Verstappen.Mercedes y VerstappenA este desmoronamiento le puede faltar una pieza, a tenor de los rumores que circulan por el paddock. El futuro de Verstappen, que tiene contrato de larga duración hasta 2028. Mercedes, que perdió a Hamilton (Ferrari), busca un líder y corteja al neerlandés. Toto Wolff espera la decisión del actual campeón de la F1. No ha anunciado la renovación de George Russell, el que podría dejar el equipo. Tampoco la confirmación de Antonelli, su proyecto de futuro. Verstappen se ha despedido de Horner con un mensaje neutro, sin demasiada emoción. «Desde mi primera victoria hasta cuatro campeonatos mundiales, hemos compartido éxitos increíbles. Ganando carreras memorables y batiendo innumerables récords. Gracias por todo, Christian». Queda la duda. ¿Red Bull ha despedido a Horner con el OK de Verstappen o será el campeón el último en salir?